Título Original: Strange case of Dr Jekyll and Mr Hyde
Autor: Robert Louis Stevenson
Género: Novela
Temática: Fantástico, ciencia-ficcción.
Idioma Original: Inglés
Año Publicación: 1886
"De ese atrio, orgullo de su amigo Jekyll, Utterson solía hablar como del salón más acogedor de todo Londres. Pero esta noche un escalofrío le duraba en los huesos. La cara de Hyde no se le iba de la memoria. Sentía (algo extraño en él) náusea y disgusto por la vida. Y con esta oscura disposición de ánimo le parecía leer una amenaza en los reflejos del fuego en la lisa superficie de los muebles o en la vibración insegura de las sombras en el techo. Se avergonzó de su alivio cuando Poole, al poco tiempo, volvió para anunciar que el doctor Jekyll había salido."
MI LECTURA:
Cuando Carax del blog Asteroide B612 y Teresa del blog Leyendo en el bus propusieron dentro del Grupo Todos Somos Alianza leer de manera conjunta El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde ni me lo pensé. Tengo muy buen recuerdo de La isla del tesoro, libro que leí hace muchísimos años y releí, cosa rara en mí. Y es que Robert Louis Stevenson sabe contar buenas historias. La atmósfera de sus obras llega a envolvernos y ha introducirnos en la aventura, compartiendo las sensaciones de los protagonistas. Sus descripciones cobran vida, los ambientes son casi personajes que transmiten sentimientos de misterio, terror, suspense,.. Así que lo dicho, ni me lo pensé.
Pues bien, aunque ya conocía lo esencial de este relato, ¿Quién no ha visto alguna versión de esta obra ya sea en teatro, en dibujos animados, etc? Casi imposible no saber de la dualidad del protagonista. El caso es que aún teniendo constancia de toda la trama, he disfrutado de la narración de R. L. Stevenson con intensidad. La fuerza de su prosa me ha llevado al Londres de la época victoriana, esa misteriosa ciudad donde las callejuelas y la niebla esconden terribles y raras historias. Entre ellas El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
La relación del Dr. Jekyll y Mr. Hyde sale a la luz cuando el notario Utterson, a petición de su gran amigo el doctor Henry Jekyll, guarda desconfiado en su casa un extraño testamento. En él, el científico, en caso de fallecer o desaparecer dejaba todas sus posesiones a un tal Edward Hyde. ¿Quién era Hyde? ¿Qué escondía? ¿Estaba coaccionando al investigador? Todas estas preguntas se hace el bueno del notario, que conocía bien a Jekyll, y éste ya no era el mismo desde que se relacionaba con Hyde.
Lo que descubre Utterson lo sabemos casi todos, pero hay que leer la novela para saber cómo lo descubre y qué pasa por medio. Así que os recomiendo que la leáis para disfrutar de los detalles, pues yo me voy a centrar en otras cosas que se desprenden de la historia. No voy a entrar en análisis psiquiátricos porque considero que esta novela no plasma ninguna de estas patologías médicas que se le han querido atribuir, sino que la obra está más en un plano espiritual y filosófico que médico. No es el estudio de una patología, sino el reflejo de un contexto histórico y social.
La dualidad entre el bien y el mal, el yin y el yang, el Dr Jekyll y Mr Hyde, ambos se repelen y se atraen formando parte de un único cosmos, pero no son las únicas energías que se desprenden de la historia. Nos encontramos en la época victoriana, una época de cambios y de descubrimientos. La ciencia y la tecnología empiezan a despegar. La industrialización muestra su lado más inhumano y la ciencia nos recuerda que no hay nada místico en el origen del hombre. Darwin en 1859 con su libro El origen de las especies abre un nuevo y alternativo camino a la explicación religiosa de la creación. El hombre es un animal más de un sistema evolutivo donde Dios no tiene cabida. Y aquí nos encontramos con Mr Hyde un hombre casi troglodita, brutalizado que camina medio erguido y que posee una expresión fría y animalada. ¿No sería así el hombre primitivo que se imaginaba R. L. Stevenson?
¿El bien y el mal podrían estar vinculados a la evolución del hombre? ¿Puede que el ser humano violento estuviera en una escala evolutiva menos desarrollada? Todo hace indicar que la brutalidad y la falta de civismo de Mr. Hyde es la parte animal del hombre, la menos racional y la menos social. Por eso, Hyde no es capaz de sentir compasión por nadie. Y si se pone una niñita en su camino pasa por encima como si se tratara de una cucaracha.
Por otro lado, nos encontramos con la dualidad entre la ciencia y la ética. ¿Hasta qué punto la investigación científica puede justificar sus métodos en nombre del avance científico? ¿No puede llegar a ser una trampa para el propio hombre? ¿No puede llevarlo a la autodestrucción? Preguntas que hoy también son actualidad y que hacen de esta obra un clásico. Pues los temas que desprendemos de ella, si bien están vinculados al contexto histórico del autor, son cuestiones de las que todavía se debaten sus respuestas.
Una de las características más destacables de la prosa de R. L. Stevenson, como os he dicho antes, es la descripción. Nos acerca la atmósfera de los lugares que describe y nos traslada las sensaciones que le producen a los protagonistas. Os dejo un ejemplo:
"Era una noche fría y ventosa de marzo, con una hoz de luna que se apoyaba de espaldas, como volcada por el viento, entre una fuga de nubes deshilachadas y diáfanas. Las ráfagas que azotaban la cara, haciendo difícil hablar, parecían haber barrido casi a toda la gente de las calles. Utterson no se acordaba de haber visto nunca tan desierta esa parte de Londres. Precisamente ahora deseaba todo lo contrario. Nunca en su vida había tenido una necesidad tan profunda de sus semejantes, de que se hicieran visibles y tangibles a su alrededor, ya que por mucho que lo intentara no conseguía sustraerse a un aplastante sentimiento de desgracia. La plaza, cuando llegaron, estaba llena de aire y polvo, con los finos árboles del jardín central que gemían y se doblaban contra la verja. Poole, que durante todo el camino había ido uno o dos pasos delante, se paró en medio de la acera y se quitó el sombrero, a pesar del frío, para secarse la frente con un pañuelo rojo. Aunque hubiese caminado de prisa, aquel sudor era de angustia, no de cansancio. Tenía la cara blanca, y su voz, cuando habló, estaba rota y ronca."
He leído, en unas webs muy interesantes que os dejo abajo, que la casa del Dr. Jekyll está inspirada en una casa del siglo XVIII, hogar del anatomista John Hunter, donde también atendía enfermos, daba clases magistrales de anatomía e investigaba. Su casa tenía dos entradas, una de aspecto señorial que daba a la calle Leicester Square nº 28, y otra trasera que daba a un callejón. En esta última era donde Hunter recibía a los resurreccionistas (ladrones de cadáveres) de los bajos fondos londinenses que proveían al investigador de material recién fallecido para su estudio y colección de rarezas científicas. Por si queréis curiosear, os dejo un link al plano de 1792 de la vivienda de Hunter. Y a continuación la descripción de la novela.
"Entrada la tarde, Utterson se presentó en casa del doctor Jekyll, donde Poole, por pasillos contiguos a la cocina y luego a través de un patio que un tiempo había sido jardín, lo acompañó hasta la baja construcción llamada el laboratorio o también, indistintamente, la sala anatómica. El médico había comprado la casa, efectivamente, a los herederos de un famoso cirujano, e, interesado por la química más que por la anatomía, había cambiado destino al rudo edificio del fondo del jardín."
Y aquí encontramos otra dualidad que trasciende del edificio. La fachada cuidada y señorial en una calle importante en la que se mantienen en el ámbito público las buenas maneras sociales con sus convencionalismos, y otra fachada trasera descuidada y que da a un callejón oscuro donde encontramos los bajos fondos, lugar donde Mr. Hyde satisface sus instintos menos decorosos de ámbito privado. Dos caras de un mismo edificio, dos caras de una sociedad, ¿Tal vez una crítica a la hipocresía social victoriana? ¿Puede que dos caras opuestas de un mismo estrato social? ¿Una cara para lo correcto y otro para el desenfreno?
Muchas preguntas surgen tras la lectura de esta estremecedora novela y todas, como he comentado antes, reflejan la época que vivió R.L. Stevenson.
Hay una curiosidad sobre esta obra y sobre el contexto histórico londinense en la que se publicó que quiero compartir con vosotros. Su primera edición de 1886 tuvo rápidamente mucho éxito y no se tardó en hacer una adaptación para teatro. En 1887 se estrenó en Boston y al año siguiente llegó a Gran Bretaña, donde estuvo 20 años representándose. Cuando la obra estaba siendo interpretada en Londres, corría el año 1888, un espectador acusó ante la policía a Richard Mansfield, actor que representaba al Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de ser el asesino de Whitechapel, asesino conocido como Jack el Destripador. Según el denunciante no podía ser que un hombre que interpretase esa doble personalidad tan acentuada, fuera fingida. Aprovecho para recomendaros Yo también fui Jack el Destripador de Fernando García Calderón, una novela que está muy bien por lo que se refiere a la ambientación del Londres victoriano y por la contextualización y el gran trabajo de documentación respecto a la investigación policial de los asesinatos y de sus redecillas policiales y políticas.
Y para acabar os dejo otro trocito de la novela, éste algo más profundo y menos descriptivo, para ver si os animáis a descubrirla aquéllos que no la habéis leído aún.
"(...) Tanto en el plano científico como en el moral, fui por lo tanto gradualmente acercándome a esa verdad, cuyo parcial descubrimiento me ha conducido mas tarde a un naufragio tan tremendo: el hombre no es verazmente uno, sino verazmente dos. Y digo dos, porque mis conocimientos no han ido más allá. (...)"
En resumen, ¿POR QUÉ DESPERTAR ESTE LIBRO?
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde es una novela corta con un misterio inquietante que nos lleva al Londres oscuro y tétrico de Jack el Destripador. De la espeluznante historia que descubrimos se desprende un fondo con tinte moral y filosófico que gira alrededor de la dualidad entre el bien y el mal que reside en la naturaleza humana como dos partes de una misma moneda.
Más sobre el autor:
> Wikipedia: Robert Louis Stevenson
> RLS Website
> The victorian web: Robert Louis Stevenson, 1850-1890
> Buzwell, Greg. ‘Man is not truly one, but truly two’: duality in Robert Louis Stevenson’s Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde WEB: British Library - Discovering Literature: Romantics and Victorians
Fuente de la imagen y de la lectura:
> Wikipedia: Robert Louis Stevenson
> RLS Website
> The victorian web: Robert Louis Stevenson, 1850-1890
> Buzwell, Greg. ‘Man is not truly one, but truly two’: duality in Robert Louis Stevenson’s Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde WEB: British Library - Discovering Literature: Romantics and Victorians
Fuente de la imagen y de la lectura:
Stevenson, R. L. El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.[Libro en línea] Wikisource, The Free Library para Feedbooks
Lo leí varias veces y como no vi varias versiones en película y serie y es una maravilla. Espero hacerme pronto con Yo también fui Jack el destripador, que me apetece un montón. Besinos.
ResponderEliminarLo leí hace años y me gustó y me sorprendió mucho. Se merece una relectura, que creo que ahora incluso lo disfrutaría más.
ResponderEliminarBesotes!!!
Nunca me he animado a leerlo y no es una historia que me apetezca
ResponderEliminarBesos
Lo leí hace años y recuerdo que me gustó bastante :)
ResponderEliminarBesos!