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Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas


Título Original: Alice's Adventures in Wonderland
Autor: Lewis Carroll
Género: Novela
Temática: Fantasía
Idioma Original: Inglés
Año Publicación: 1865

ARGUMENTO:

Alicia estaba con su hermana junto al río. Ésta estaba sumergida en la lectura de un libro que a Alicia le parecía de lo más insulso. Todo cambió, cuando vio pasar un conejo blanco que iba lamentándose de lo tarde que era. La curiosidad de Alicia la hizo seguir a este extraño ser hasta una madriguera que la conduciría a un mundo extraño y loco.

MI LECTURA:

Es muy curioso como la obra de Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas evoca cosas diferentes a dispares lectores. Y más curioso aún, las sensaciones que  despierta la historia en diferentes épocas de la vida.

De pequeña, me gustaba el mundo de Alicia. Lo aceptaba tal cual era. Sin preguntarme el porqué de los aspectos más inexpicables y sin sentido que tenía la narración. Simplemente, me gustaba eso de crecer y menguar, poder descubrir personajes de fábula con nombres y actitudes extrañas, como el Conejo Blanco o la Liebre de Marzo o la terrible Reina de Corazones que parecía una loca sanguinaria.

El problema que me he encontrado a la hora de hacer esta reseña, ha sido hablar de aquellos aspectos que no se hayan comentado en el homenaje que hemos hecho a los 150 años de su primera edición. Y aún así, imagino que alguno se repetirá.

El hecho de que Lewis Carroll fuese un lógico-matemático con un carácter introvertido y extraño, amante de la fotografía y de cuyas imágenes han dado mucho que hablar sobre su posible tendencia sexual, es conocido. Pero al mismo tiempo, todo esto es imprescindible a la hora de entender algunos de los aspectos más ilógicos y chocantes a la razón y al convencionalismo social que uno se encuentra al leer esta obra, pues no son arbitrarios. El significado no tiene porque ser uno inamovible, aunque siendo hombre de ciencia y de lógica, quizás hay uno único a los ojos de su creador. Visto en la distancia, gana la interpretación de la obra como una crítica social y política a la época victoriana coetánea del autor. Como apuntaba Isabel Macías en su reseña, la Reina de Corazones podría ser la caricatura de la reina Victoria.

En mi lectura he percibido el humor de Carroll en ese tipo de normas que predican los mayores y que hoy día siguen repitiéndose. En el contexto de fantasía y en las situaciones en que las plasma Carroll me han parecido algo cínicas y divertidas.

Por ejemplo, en un momento en que Alicia pierde el autocontrol y se pone a llorar desconsoladamente tras uno de sus cambios de tamaño, Carroll escribe:

"- ¡Debería darte vergüenza! -dijo Alicia-. ¡Una niña tan grande como tú (ahora sí podía decirlo) y ponerse a llorar de este modo!¡Para inmediatamente!"

Y en otro momento;

"Sostuvo incluso una larga discusión con el Loro, que terminó poniéndose muy tozudo y sin querer decir otra cosa que <<Soy más viejo que tú, y tengo que saberlo mejor>>."

Y es que nos encontramos ante el cambio, el paso del niño al adulto. Alicia es una niña que empieza a imitar, y, en otras ocasiones a cuestionar, las normas de comportamiento social de los adultos. Veremos como a veces deja de comportarse como una niña para reflejar que los otros personajes no siguen un comportamiento adulto o normalizado, como es el caso del Sombrerero y de la Liebre de Marzo en su eterna hora del té. Su comportamiento se sale de la norma y por ello son calificados de locos. Algo que ocurre en la vida real, todo aquél que se salga de los convencionalismos es un excéntrico y un loco a los ojos de los demás.

Pero como nos muestra Carroll todo depende del ojo con que se mire. Y la vista no es precisamente un órgano de fiar, ya que se queda con la superficie. Y a veces las normas sociales son una capa superficial llena de hipocresía. Quizás es forzar la interpretación y sacarlo de contexto, pero en el cuento tiene sentido. Alicia dice:

"«Si hubiera crecido», se dijo a sí misma, «hubiera sido un niño terriblemente feo, pero como cerdito me parece precioso»." 

Otro aspecto que me gusta de este cuento-novela es el uso de la lógica. Un ejemplo, lo encontramos en una de las conversaciones entre el gato de Chesire y Alicia:

"- Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca - protestó Alicia.
- Oh, eso no lo puedes evitar - repuso el Gato- . Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
- ¿Cómo sabes que yo estoy loca? - preguntó Alicia.
- Tienes que estarlo afirmó el Gato- , o no habrías venido aquí."


En Alicia el concepto de locura es aplicado a todos los miembros del país de las maravillas porque todos ellos tienen un comportamiento que se sale de lo que se entiende por un comportamiento social normal.

El caso del Sombrerero ha sido muy debatido, ya que se le atribuía su locura al uso de mercurio en la fabricación de los sombreros de fieltro. Material muy utilizado por los creadores de sombreros del S. XIX. Pero, los síntomas de envenenamiento por mercurio son muy diferentes y contrarios al comportamiento extrovertido e inquieto que tiene el Sombrero.

Siguiendo con el Sombrerero y con la teoría del uso de personajes reales caricaturizados en la novela,  los expertos nos llevan a Theophilus Carter un comerciante de muebles británico muy excéntrico que siempre llevaba un sombrero de copa y al que se le atribuye el invento del despertador de cama que se exhibió en la Gran Exposición de 1851. Éste consistía en un despertador que a la hora programada inclinaba la cama para levantar a los que descansaban en ella. Pero siento comentar que tampoco hay indicios fiables de que este invento sea de Carter, ya que no consta en los registros de la exposición.

Sabemos que el tiempo es importante en la novela. El Sombrerero estaba condenado a vivir una eterna hora del té por haber ofendido al tiempo. Él explica que es por haber expresado literalmente "matar el tiempo". Expresión que consideramos como perder el tiempo con cosas banales a la espera de hacer algo mejor. ¿No lo encontráis gracioso ahora que conocemos lo del invento de Carter?

Por otro lado, el conejo estaba obsesionado con la puntualidad. Puede que todo esto nos refleje la importancia matemática que tiene el tiempo en un mundo donde el progreso tecnológico y científico lo comprime y lo reglamenta de manera muy estricta. Me viene a la cabeza la novela de Julio Verne La vuelta al mundo en 80 días (1872) donde el tiempo y la tecnología están muy vinculados.

Imagen extraída de la Wikipedia
Otro aspecto que quiero destacar es la fauna que nos muestra Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas. Nos encontramos, por ejemplo, con el Gato de Chesire que casualmente toma el nombre del condado donde nació Carroll. ¿Coincidencia? He buscando información en la red y he encontrado un artículo muy interesante sobre todo esto.

Como vemos en toda la obra hay múltiples juegos de palabras. Y al igual que la determinación de que el Sombrerero estaba loco tiene su raiz en un dicho inglés de la época que decía "estás loco como un sombrerero", en el caso del gato sonriente parece que surge de una frase muy popular de la época victoriana que decía "sonreir como un hurón" o "sonreir como un gato de Chesire". Y es que se ve que en el condado de Chesire se realizaban unos quesos que moldeaban en forma de gato y al que dibujaban una especie de bigotes extraños que le daba el efecto de que sonreía. Pero para más detalles, os dejo aquí el artículo donde se profundiza sobre este tema. El gato de Chesire.

El otro animal a destacar es el pájaro Dodo. Una ave que se extinguió a finales del siglo XVII y que gracias a la obra de Carroll y a la ilustración de Tenniel sigue viva en nuestro imaginario colectivo.

En resumen, ¿POR QUÉ DESPERTAR ESTE LIBRO?


Porque tiene la capacidad de no dejar indiferente a nadie. Te puede gustar o no. Te puede parecer absurdo o no. Lo que sí tiene esta historia es la capacidad de trasladar al lector a un mundo lleno de fantasía al que te puedes dejar llevar o en el que puedes buscar un fondo o una moraleja. Porque como dice la Duquesa:
"-Estás pensando en algo, querida, y eso hace que te olvides de hablar. No puedo decirte en este instante la moraleja de esto, pero la recordaré en seguida.
-Quizá no tenga moraleja -se atrevió a observar Alicia.
-¡Calla, calla, criatura! -dijo la Duquesa-. Todo tiene una moraleja, sólo falta saber encontrarla."

Espero que si encontráis la moraleja la compartáis con nosotros.

Fuente de la imagen y de la lectura:
Carroll, Lewis. Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas. [Libro en línea] Feedbooks

Comentarios

  1. Veo muy buenas opiniones sobre este clásico, pero nunca me decido a leerlo. No sé si algún día me animaré. Besos.

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  2. Yo tengo a medio hacer la reseña porque llevo quince días con un acceso a Internet complicado. La publicare este mes cuando pueda aunque sea fuera del homenaje. Besinos.

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  3. Yo no lo he leído. A ver si me quito esta espinita de encima.

    Besos

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  4. Alicia y yo hemos congeniado muy poco. Vamos que no me gusta la historia ni en el libro ni en la peli. Mucha fantasía para mí. Besos.

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